En el presente artículo se intenta comprender ciertos aspectos del proceso de desarrollo de la personalidad, al cual también se le denomina autorrealización o proceso de individuación. Se exploran ciertas elaboraciones teóricas de la psicología compleja de C.G. Jung con la finalidad de tener una noción más clara sobre la estructura de nuestra psique, sobre la expansión de la conciencia y sobre la integración de los elementos contrapuestos de la psique. También se explora el factor denominado normalidad y su relación con la noción de salud mental. Se observa cómo la inmersión en el mundo interior y la experiencia de la expansión de la conciencia pueden implicar ciertos peligros cuando se acomete el trabajo de desarrollo de la personalidad. No obstante, podría percibirse en nuestra actual civilización una profunda necesidad de evolución de la conciencia, y descubrirse vías de acceso que permitan a los individuos gozar de plenitud existencial y salud mental.
El individuo que se halla tras la búsqueda de una vida que le brinde salud emocional, mental y espiritual, muchas veces se siente perdido en el drama de la vida cotidiana del mundo moderno, y siente que el mundo que le rodea va en un sentido contrario a su búsqueda o avanza simplemente sin sentido. Para éste, existe una profunda necesidad de sanar, pues se ha vuelto insoportable seguir viviendo bajo los dominios
de los demonios de la depresión, la ansiedad, la angustia, la frustración, el pesimismo y la apatía; pero desafortunadamente todo lo que le rodea le mantiene en ese estado patológico y de desesperación, pues lo único que le brinda el mundo es desdicha o un goce de los sentidos que solo alivia superficial y fugazmente su casi permanente sufrimiento. El individuo de las sociedades contemporáneas busca afuera, externamente,
lo que debería buscar en su interior, pues ha olvidado que la energía de vitalidad se halla como germen en lo profundo de sí mismo y que aquello es lo único que le podrá llevar hacia un proceso de desarrollo y crecimiento saludable.
En la actualidad, gracias a la expansión del internet y debido a los efectos de la globalización, muchos conocimientos se han vuelto fácilmente accesibles para cualquiera que se halle buscando, y así, muchas tradiciones de sabiduría a las que en el pasado solo unos cuantos accedían, y que eran poco conocidas por el común de la población, hoy son ampliamente difundidas. Por ello, en un gran número de personas se ha despertado un interés por seguir un camino espiritual que les ayude a salir del malestar existencial de la civilización moderna. Sin embargo, es común que los individuos pretendan pasar del estado patológico en el cual están viviendo a un estado de beatitud y plenitud espontánea, sin saber que la obtención de dicho estado requiere de una ardua labor que no siempre llega a su fin. El desarrollo psicológico o la madurez psicológica que saca al individuo del malestar existencial y que le permite experimentar una vida de plenitud, requiere atravesar un largo trayecto que no todos están dispuestos a caminar, pues implica que el individuo se comprometa con una disciplina y un trabajo profundo sobre sí mismo. Es evidente que existe una tendencia a desear una iluminación rápi- da, una espiritualidad express.